El Eterno De La Noche.

                                      

La noche con su protagonista Luna visible, que es el foco del cielo para iluminar esta oscuridad.

Que envuelve en sueños profundos para quienes utilizan la noche para dormir. En cambio, hay una minoría fiel que camina a estas horas, con sus pasos sordos y olvidados, para su propia alegría de llegar finalmente a tiempo, perseguido por la tardanza de no soñar.

Y el volar de las hojas que ya no tienen importancia en el suelo que caen, al menos para los qué trabajan barriendo, en contra de la brisa y del día.

Mientras que la noche consume a los ojos vacíos del conteo de las necesidades.
Están aquellos que limpian los vidrios de los carros nocturnos, los que reciclan cartones o botellas, los que prenden la licuadora y mezclan la desafortunada fruta que estará a la venta. Quienes entran a cumplir su exprimidor contrato en empresas de Horarios nocturnos, que solo dormir es un castigo. Para los porteros que sirven de maniquí en las entradas, los semáforos que son ignorados de quiénes están cansados de esperar. Y con ese mismo afán frenan en la soledad de la calle, viendo hasta un globo negro flotar.

Hasta bajarse en conversaciones con fechas de vencimiento, en las que jamás vuelven a ser recordadas. Y terminan el último porro que les genero felicidad y ahí en ese lugar, sienten latir el pequeño corazón con el aviso simple de estar vivo. 

Sin embargo terminan con el amor mal dormido, por el gusto que se dan por perder el sueño y despertar otros ojos.

Gaby R.