Capsula del Tiempo.

El tiempo, es vendido por pequeñas capsulas adornadas y para todos es casi inevitable tener una de ellas, a nuestro alcance. Los relojes lo llevamos puesto como el accesorio sofisticado que vemos con regularidad para ir observando el avance del día y sus afanes de que se reinicie.

Y nos la pasamos constantemente en este impulso de ver el transcurso del tiempo. Hasta que se convierten en años y años, detrás de nosotros, vividos.

¿Quien recicla relojes, para cada ocasión? 

Esta el que nos ponemos diario, ese no es tan costoso y tiene ya nuestra aroma de un modo sutil y cuando nos lo quitamos vemos la piel sin bronceado.

Esta el elegante, con la inversión requerida para causar elogios, lo tenemos en un pedestal de tanto alago positivos dichos de otros que con ojos buscan comparar los suyos con los demás.

Por otra parte esta el reloj que no sirve y lo usamos por pretender vernos "bien" equipados, sin embargo ocurre que caminamos con una capsula vacía, e inservible y como acertijo le toca adivinar la hora si se la preguntan, que es lo mas probable que suceda.

Y si tenemos mas de 6 relojes, hay que sentarse analizar cuando nos va alcanzar todos para usarlo. Y por mas vanidad, teniendo ya algo, queremos mas y mas.

Una vez conocí la persona con el reloj en sus ojos, esta habilidad la fue mejorando al dejar de usar el reloj en su muñeca izquierda, al ver la ausencia y dependencia que estaba acostumbrada. Comenzó a mirar al sol, las sombras, a distinguir las horas calurosas y los minutos de sofocos, por vivir en ciudad caliente. También comenzó a observar a las personas, ya que estas daban señales de la hora en sus pasos, en sus gestos y en sus palabras. Siempre que lo intento, mejoro. Y si se equivoco, lo acepto. El tiempo en los ojos, el reloj andante, la loca adivina, que mejor poder que saber la hora por su cuenta y asegurar que esas capsulas,  no servían para nada.

Gaby R.