El Pasaje Al Destino.

Historia real, vista desde estos ojos que presenciaron una escena de amor del destino.

 

Era una mañana en el que sentí el aroma del café con la sutileza desprevenida de alguna calle que iba dejando atrás me regalo, mientras lo iba respirando con gran satisfacción desde un asiento del bus que me llevaba rumbo a la siguiente historia que presencie con ojos de espectadora y memoria de detalles que hoy en cada palabra busco plasmar.
Escogí el primer puesto, donde no iba nadie a mi lado, del otro lado en una silla detrás del chófer iba un señor que miraba mucho el reloj, parecía cogerle la tarde o revisando cuanto tiempo iba a tardar por encontrar que el mismo destino se le apareciera en ese bus llamado: La Carolina.
En cada frenada en la que se dispone a que suba un nuevo pasajero, cuando se trata de una persona con avanzada edad, dura unos segundos mas el acelerar de aquel conductor que se detiene un poco más en permitir que esta persona suba y se acomode. Allí, en ese instante cuando ves recoger al pasajero, se sube una señora que opta por sentarse a mi lado. Me llamo la atención que luego de unos pocos minutos noto un saludo entre ella y aquel señor que les nombre anteriormente.

TERESA!! (La llamo con un grito ahogado).
La señora lo ve, con una impresión de asombro que de inmediato responde a su saludo con un...
- Hola Raúl, te veo y no lo creo, debo estar agradecida de que hoy no haya olvidado mis gafas.

- Teresa, no tengo mas tiempo que perder, déjame decirte que te extrañe!!.
(En ese momento, sonó un coro en todo el bus como: Awww.. y yo sabia que estaba presente en una escena única). Luego siento el suspiro que dejo salir Teresa, con las siguientes palabras:

- Estoy igual o extrañando peor que tu, por eso llevo este anillo aun conmigo. (Lo mostró!).

Inmediatamente Raúl se levanta y le toma su mano, ella se levanta, el bus frena y se besan.

Así todos en el bus contagiados  con esa escena romántica temprana. En el que finalizo saliendo juntos de ese bus que los unió.

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