馃寣Bruce


Me abraza por detr谩s, luego acomoda su cabeza en mi hombro, con esa inocente sonrisa de la que compruebo que es feliz, feliz a mi lado.
Mi peque帽o hombre ideal, ya me habla, me alegra escucharlo, su voz que se escapa para atraparme y obedecer a lo que necesite. Cada: Mam谩, Mami, "Aela", 贸 el que mas me derrite cuando me dice: "Gaby". Yo dej贸 que me llam茅 de esas formas, el sin duda sabe que siempre lo mir贸 y v茅 que estoy, dispuesta amarlo.
Le ense帽茅 primero las vocales, luego los n煤meros del 1 al 10, luego del 1 al 20, o contar en ingles, le ense帽e a saludar, a decir: Hola!. Y al preguntarle: —Como est谩s ?
Me contesta: —Muy bien, gracias a Dios, obviamente lo dice, con la dificulta de pronunciar la R. 
Reconoce las frutas, su favorita es la Mandarina, sabe de que color es y es mi aliada para quitarle el mal humor, eso s铆...una no basta para su deleit茅. Al mel贸n, lim贸n, maracuya y el lulo les dice :Bal贸n, por su forma redonda. Me toca prohibirle que juegue con ellas. Sabe dominar el bal贸n, como ning煤n otro ni帽o a su edad. 
Sabe hacer un saque en el air茅, amaga para patear las veces que el crea suficiente,a prendi贸 a cabecear solo viendo un par de veces, sabe pisar el bal贸n, y como muchas veces se ha ca铆do por dominarlo, lo hace agarr谩ndose, hasta que vuelve y coge confianza, sabe saltar con el bal贸n y es un chiste para 茅l, siempre se alienta contando hasta tres:  1,2 y coge impulso 3!!! Pateando con su derecha, haciendo que me derrita al ver mi propia vida, disfrutando del f煤tbol desde temprana edad. Conoce el escudo y los colores de Nacional. Y cada gol, lo canta y lo celebra. Busca a su abuelo llevando en su mano derecha el bal贸n y lo invita a jugar con palabras propias, en el que siempre es correspondido. Al igual que su T铆o, que lo 谩nima. Cuando no est谩n, me toma de la mano y esa escena la tengo tan grabada, que siempre dejo lo que este haciendo y voy tras el. Me dice que me tengo que quitar los "Papos" o sea los zapatos. El prefiere jugar descalzo,  y finalmente observo la magia que me embruja!. 
Hay momentos de locura, sin duda. Donde no hay control y desata el llanto, aprend铆 a estar tranquila. Ya no me enloquezco como al comienzo, busco la soluci贸n, aunque me lleve tres minutos cargado en mis brazos, cant谩ndole una canci贸n, hasta que vuelve a ser mi bebe y nace de nuevo para m铆, y lo mir贸 fijo y me digo que todo va a estar mejor.
Dos a帽os, mas 40 semanas en mi vientre. Siempre le dije SI, y el mundo no se me cayo encima, solo un pedacito de cielo, que es mi alegr铆a, mi existencia. Solo 茅l, mi dese贸 de que Dios me lo cuide como lo ha hecho, hasta ahora.

Te amo mi Bruce.
Apaga la velita, n煤mero DOS.

Gaby R.

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