De pie.

Finalmente comprendí que hay momentos que solo de pie puedes describir, aplaudir.
Hay sueños en los que nada recuerdas aunque luego sientes que lo vives.
Y quien vive soñando en estar en todas partes, luego se despierta y continúa en el mismo lugar. Nada despreciable que estar sin ánimos solo porque crees que el tiempo te va a durar el doble para arrepentirte después. Una puerta no se abre, si no la tocas, si no la golpeas con ganas y si la tratas de dañar para ocultar lo que del otro lado planean, solo generas que el mundo trate de acabarse en tus narices. Son episodios en blanco y negro que poco hay que revelarle a las personas, solo un vistazo a el y podrás ganar un poco de experiencia para frenar a tiempo y no llevarte en el camino pisando con  furia de acabar con los ánimos de quienes te rodean. Porque simplemente el mal día es tuyo, la vibra te la tragas y la depositas en lo que llamamos: Mierda.
Es una lastima contribuir para mal, el volver toda una epidemia de mala vibra, así que arranca, el sol te quema y la luna te enloquece, solo encuentras quejas de todo, el bien y el mal depende si estás  anestesiado por las noches donde tus reflexiones son pequeños humos que desaparecen en tus narices, que cada vez dependes de quemar para estar en un termino adormecido de felicidad.

Gaby R. 

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